Hay canciones que te incitan a escribir, te empujan, y cada vez que escuchas aquellos acordes el corazón se encoge un poco pero con sus últimas fuerzas logra palpitar.
Mi cuerpo es una máquina de sensaciones, las da y las recibe. Muchas veces los filtros encargados de impedir que cierta sensación penetre fallan... poros, orificios, diminutas entradas y salidas.
Si hoy tan sólo tuviera la certeza de que todo saldrá bien y que todos estos filtros volverán a adecuarse para así bloquear cierta información y dejar pasar la que realmente el cuerpo necesita.
Pero a su vez son todas aquellas sensaciones inesperadas, que nos sacan de nuestras predecibles y monótonas vidas, las que logran despertar esa pequeño león y consiguen derramar sangre como gotas de petróleo en un blanco telar.
Duerme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
En mi adolescencia fue "Run away train" y además de escribir me daban ganas de llorar, gritar, correr y de huír hasta el día que lloré y grité mientras corría en la graciosa huída hacia mis adentros.
__conejo___
Awrr... Conchis, que bonito escribes!
Y que bonito ver que regresaste al blog!
Es bueno tener filtros protectores... pero a veces hay que dejar que algunas cosas pasen entre de esas fibras para sentir
Yo te quiero asi: muchisimo!
Publicar un comentario