lunes, 1 de septiembre de 2008

Pero Raqueeeeeeeel...

Tuve una maestra odiosa. Se llamaba Raquel y para acabarla de chingar me daba 2 materias: geografía y civismo.

Todo en ella era pedante: su aguda voz, su rebosante amragura, la forma desdeñosa de mirar, las estúpidas actividades de clase.

Raquel era obsesiva del silencio y del "hágalo usted mismo". Nos hacía comprar mapamundis y sólo daba las instrucciones una vez. A la hora que decía "Comiencen" no se podía voltear con el compañero a preguntarle alguna duda o algo por el estilo, o sea que más te valía no estar divagando a la hora que Raquel explicaba, porque si no entendías no podías hacer la actividad, lo cual equivalía a no tener su firma en el trabajo realizado, lo cual significaba una mala calificación y por ende el disgusto de tus padres y el odio puro y genuino de Raquel.

Yo la odiaba, pero ella me odiaba más. Me llamaba "Treinta y tres". "Treinta y tres ponga atención", "Treinta y tres una plática más y la saco del salón", "Treinta y tres aún no le he dicho que puede utilizar las tijeras". Treinta y tres era mi número de lista en primero de secundaria, y así acostumbró llamarme durante los siguientes dos años, aunque yo ya no fuera 33 sino 41 o algo así.

Además de maniaca, Raquel tenía mala memoria. Un día juró haberme puesto un reporte durante una de nuestras habituales peleas.

- Treinta y tres, tráigame el reporte firmado
- ¿Cuál reporte Raquel?

(Ella creía que le tomaba el pelo)

- El que le puse la semana pasada
- Raquel pero sólo me sacaste del salón

(Mi madre hubiera dicho que era una descarada por usar el "sólo")

El asunto acabó en Raquel yendo con mi asesora a poner en tela de juicio su lucidez, y con mi asesora jurándole por la Madre María Eugenia que no me había puesto el dichoso reporte que porque como yo misma lo había dicho "sólo me sacó del salón".

No tuve la misma suerte la segunda vez, ni creo que la tercera.

2 comentarios:

Ches dijo...

Te puedo apostar que me odiaba más a mi!!!

Andres dijo...

jajaja no cabe duda, que chiquito es el mundo, dando la vuelta de blog en blog me encuentro con una excompañera de clases...te falto mencionar el almanaque que no hizo hacer de rios mares montañas capitales etc etc etc